Crónicas incompletas: Amazonas por Greco Rótolo
ἈΑμαζόνες |
En
Lanús, sur del conurbano bonaerense, en una casa de tatuajes de
fábula habita una impactante felina de carácter tan solemne como
mimoso, de acuerdo a como le pinte. Custodia de tintas, bocetos y
mucha luz acompaña a Sugus en sus trazos diarios sobre pieles y
maderas.
Amazonas
es testigo, según ella misma me contara, de las mas variadas y
jugosas conversaciones. Parece ser que los humanos ante pequeñas
dosis de dolor, inflingidas a pedido y con ansias de perpetuidad en
su marca, se vuelven más honestos y directos. Como ante el estimulo
del placer pero eso es otra historia.
Lógicamente
dijo también Amazonas que guardaría secreto profesional, como buena
felina es confidencial. Solo dijo que la mayoría de los tatuajes
vienen por el lado de las transformaciones espirituales, logradas o
deseadas. Que viéndolos con atención comprenderíamos tan bien como
con las palabras, que a veces cuesta más que salgan (sobretodo sin
dolor o sin placer). Importante labor la de quien realiza el tatuaje.
Nexo interpretativo de ese logro o norte en la misión impregna en
tintas tan perpetuas como nuestra piel el símbolo de ello.
También
me contó de otro felino, su hijo Grisualdo. Pero esa también es
otra historia.
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